La Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla acogió la lección inaugural del curso académico 2025-2026, pronunciada por el profesor José Luis Escacena Carrasco, catedrático de Prehistoria y miembro de IATUR. Bajo el sugerente título Tartessos y la Reina de los Cielos, el profesor Escacena ofreció una intervención que combinó rigor académico, reflexión metodológica y divulgación histórica. Escacena explicó el significado del título de su conferencia, centrado en la figura de la diosa fenicia Astarté, conocida en el libro de Jeremías como la Reina de los Cielos. Esta divinidad, la única femenina adorada en Tartessos, está representada en una imagen entronizada hallada en el templo más antiguo de Sevilla, en el yacimiento del Carambolo. Asimismo, destacó el carácter uranio de las divinidades ancestrales, vinculadas al firmamento y a los astros.
A continuación, abordó las dos principales teorías que compiten actualmente por explicar el origen y desarrollo del mundo tartésico. La teoría estándar, ampliamente aceptada, sostiene que Tartessos fue una cultura híbrida nacida de la interacción entre las tradiciones atlánticas del final de la Edad del Bronce y la colonización fenicia. Frente a ella, Escacena presentó su propia hipótesis, la teoría pancananea, que plantea que el territorio tartésico estaba escasamente poblado debido a un clima árido, lo que permitió a los fenicios ocupar el mediodía ibérico sin necesidad de conquista. Esta propuesta, aunque minoritaria, ofrece una explicación más elegante y coherente con los datos arqueológicos disponibles.
El profesor se adentró también en el ámbito religioso del mundo tartésico, que, según sus investigaciones, responde fundamentalmente a cultos orientales. A través de evidencias arqueológicas, identificó a Astarté con el planeta Venus y a su pareja divina, Baal, con el Sol. Para comprender estas relaciones astrales, Escacena exploró las concepciones cosmológicas fenicias, heredadas de las culturas prehistóricas que les precedieron. La conferencia, además de su valor académico, abre interesantes posibilidades para el turismo cultural en Andalucía. La revalorización del patrimonio arqueológico tartésico, como el templo del Carambolo, puede impulsar rutas temáticas, visitas guiadas y experiencias turísticas centradas en la mitología, la astronomía antigua y las culturas mediterráneas.

